viernes, 26 de noviembre de 2010

CAMINANDO HACIA EL INFIERNO DE LA MANO DE MAMÁ



(EL DESAMOR ES LA NEGRA FLOR DEL MAL)

Traqueteando el viejo tranvía va ,
y mientras atraviesa la ciudad ,
todo él desvencijado
y con los asientos sin arreglar,
deja en las desoladas paradas
a los pocos viajeros que se dispersan
por las antiguas calles
con farolas sin luz alineadas.
Llegado a la parada final ,
el conductor de ojos sombríos
nos invita a bajar.
Así, mano en la mano,
atravesamos descampados periféricos
de la ciudad fría y desierta
donde no se encuentra ánima viva
sino hojas de periódico amarillas
transportadas por el viento.
Mano en la mano,
vamos pisando botellas rotas,
basura, bicicletas retorcidas,
muñecas sin ojos,zapatos viejos,
polvo y ceniza,
ratas y cucarachas.
De la ciudad desolada,
mano en la mano,
caminamos por gélido páramo,
al final se adivina tras la niebla
el bosque siempre sombrío
donde en mis sueños me pierdo.
Entre los negros árboles
ni cantan los pájaros
ni la brisa mueve las ramas,
está todo como pintado,
sin olor, sin ruido ni vida.
Y mientras se avanza,
siempre mano en la mano,
se oyen a lo lejos
gritos de dolor,
chirriar de metales,
crujir de roto cristal,
aullidos de lobo
cuyo eco se repite
en la distancia.
Al llegar a la escalera caracol,
mano en la mano,
bajando peldaño a peldaño
entre la pared manchada
de vómito y sangre
aumenta el ruido ensordecedor,
chirridos, crujidos, aullidos,
maldiciones, golpes y bofetadas.
De repente he aquí la puerta,
nada más que esa misteriosa puerta,
que despacio se abre
por portero de mirada brillante
con la mano tendida.
La mano que la mía sostiene
a la otra mano me entrega,
ahí me quedo ante el extraño ser
que me invita sonriendo a entrar.
!Bienvenida al infierno! Me dice.
!Qué raro-le digo-el infierno me lo dejé atrás!
No puede ser éste.
No te preocupes, niña, que será
más o menos igual pero no peor,
así le dijimos a tu mamá
cuando aquí te entregó.

DEDICADO:
A los hijos no amados.
A los hijos abandonados.
A los hijos olvidados en el camino.
PARA QUE DIOS LOS RECOJA EN EL INFIERNO.