lunes, 23 de noviembre de 2009

LA PIEL DE LA TIERRA BESA MI PIEL



Sueño que sueño,
y todo va pasando
sin que pase nada
sin que se mueva la vida.


Esa vida que pasa
sin que sepa de ser vivida
le hace vivir soñando su sueño
en la otra cara de la realidad.


Cuando sueño que sueño,
las vivencias parecen tan claras
como claras son las aguas
que fluyen subterráneas.


Aguas claras subterráneas
que solo yo siento
cosquillear bajo mis descalzas plantas,
piel de la tierra que besa mi piel.


Aguas claras que no se evidencian,
manantial intacto secreto,
del que nadie sabe nada
porque ninguno ve ni oye ni cree.


Aguas claras que yo solo siento vibrar,
piel de la tierra que besa mi piel,
sueño que sueña su sueño,
agua que sueña agua,
vida que sueña vida.

miércoles, 18 de noviembre de 2009

EN EL VIEJO CAFÉ




(LA NOSTALGIA ES NACARADA)



No puedes imaginar,
amigo,
como aquella tarde
-humo, café y brioches-
yo estuviera melancólica,
y como aún
escuchándote
mi atención
volara a otra parte.
Misterios del corazón humano.


Y como la ciudad
en su ir y venir de gente
me pareciera vacía
y las personas tristes,
o quizá no fuera así,
quién sabe,
podían ser solo ideas mías.


Me hubiera apetecido caminar
-no sé donde-
o quizá volver dulcemente
al útero materno
y desde allí
sentir tus palabras
-sin café, humo ni brioches-
solo tus palabras.

viernes, 13 de noviembre de 2009

EL SILENCIO DE DIOS



(EL SILENCIO ES NEGRO NOCHE)



Y en mi sueño hay un gran silencio
y hasta veo que Dios queda en silencio.
Quizá hasta Él sienta estupor
por los gritos sin sonido
o por las lágrimas secas
o por ese dolor que ya ni duele
o por esa sangre que ni sangra
o por el lejano eco de esas voces
que le invocaban y ya no le invocan.



Todo ha quedado mudo
en el mundo de los hombres
y todos ellos se han dispersado
con sus heridas sin sangre
y su dolor sin dolor
y sus lágrimas secas
y sus voces roncas de gritar.



Se han ido despavoridos
ante el aterrador silencio
que emana en el hosco desierto
en modo que el páramo ha quedado vacío
e incluso Dios continúa en silencio
viéndoles en masa marchar.



¿A dónde van gritando esos hombres?
¿A dónde esas mujeres y esos niños,
a dónde van con sus lágrimas secas,
con su dolor que de tanto doler ya no duele?
¿A dónde van con sus heridas
que de tanto sangrar ya no sangran,
con sus gritos que no suenan?



Gritan ¿Dios donde está?
Y Dios guarda silencio.
Y Dios los mira en silencio.
Y Dios no les contesta.
¿Porqué ese silencio de Dios?

BENEDICTO XVI EN AUSCHWITZ:
"¿Dónde estaba Dios en aquellos días? ¿Porqué calló?
¿Cómo pudo tolerar ese exceso de destrucción, ese triunfo del mal?"
(Lo dedico a las víctimas del Holocausto)

miércoles, 11 de noviembre de 2009

MI SOMBRA Y YO



(LA SOLEDAD ES VIOLETA)


Camino mientras oígo mis pasos
retumbando en la calle vacía,
camino con el corazón
resonante en la misma garganta.


Veo todas las puertas cerradas,
ni luz ni gente en las ventanas,
solo las estrellas y la luna
iluminan la noche silenciosa.


Está todo tan quieto y callado,
que ni un borracho ni un gato
rompen la insólita noche muda,
tanto de parecer un montaje teatral.


Camina también mi sombra,
nítida bajo la claridad lunar,
camina junto a mi con pasos iguales
como si quisiera mitigar mi soledad.


Y me parece como si me hablara
y como si sintiera su respirar,
!bendita sea mi sombra!
una soledad dentro de otra soledad.


Soledades solas unidas una con otra
en la soledad sola de la noche vacía
donde hasta tu propia sombra
es tu única compañía.

domingo, 8 de noviembre de 2009

ABANDONADO ESPERÁNDOTE



(EL ABANDONO ES NEGRO COMO LA NOCHE)


Estoy solo en una carretera.
Y aquí sigo
desde que te fuiste.
Se hizo noche,
se hizo día,
llovió y salió el sol,
y aquí sigo
esperándote.


Yo no quiero creer
en esas leyendas urbanas
de perros abandonados
en las gasolineras,
y de viejos y de niños
que corren igual suerte.
Tú no. Tu no eres de esos
Tú eso no me lo vas a hacer.


Por eso sigo esperándote
aquí en medio de la carretera.
Tengo miedo y tiemblo
cuando un gran camión
pasa rozándome el pelo.
Tiemblo y lloro
con mis lágrimas de perro
que no se ven.
Tú no. Tú eso no me lo vas a hacer.


Por eso sigo esperándote.
Porque tus ojos eran sinceros
y la caricia de tu mano
era suave y amiga.
Ojos que aman
y mano que acaricia
no dejan a un amigo
en medio de una cuneta.


Por eso pienso
que algo te habrá pasado,
que no depende de tu voluntad,
que no querrás verme morir
en ésta polvorienta carretera,
que me volverás a buscar
y a mirar a los ojos
y a acariciar mi pelo embarrado.


Yo no creo que me abandonarás,
por eso te espero
llorando con mis lágrimas de perro.
No, tú no me vas a decepcionar.



jueves, 5 de noviembre de 2009

MARTES DE NOVIEMBRE



(LA TRISTEZA ES VIOLETA)


Tu eras
hace un momento
una pequeña bola gris
de vida
un par de ojillos negros,
una mancha amarilla
en el pecho,
un respirar inquieto,
un aletear trémulo,
una nota musical
en la ciudad dormida.
Debería haber sido
un martes cualquiera
de noviembre,
debería haber sido
una mañana cualquiera
de lluvia.
Pero cuando mi mano fría
te ha levantado del pavimento
ya no eras
-pequeña bola gris-
mancha amarilla,
más que una nota musical
rota por el silencio.
Si mi mano no hubiera sido
tan gélida
te hubiera dado la vida,
triste incapacidad la mía
de éste martes lluvioso,
pobre bola gris inerte,
no la vida
sino la muerte
nota musical rota
para siempre,
has encontrado
en mi mano
demasiado fría,
en ésta martes cualquiera
de éste mes de noviembre.

domingo, 1 de noviembre de 2009

POR LA NIEBLA VA





(LA NIEBLA DE LA MENTE ES GRIS LECHOSA)



Va expandiéndose la niebla,
su mano lechosa despliega
como una cortina
delante de la mirada.
Baja.
Baja.
La vista encantada entra,
entra en otra realidad.
Inexpresivo el gesto,
perdida la sonrisa,
mecánico el andar.
Va bajando la niebla.
Va bajando la niebla.
Cubre los pensamientos.
Cubre la memoria.
Cubre la sonrisa.
Cubre el gesto.
Ya no queda nada.
¿Dónde está?
Va bajando la niebla.
Va bajando la niebla.
Emerge una diversa realidad.
Todo dentro.
Nada fuera.
¿Dónde está?
La mirada perdida,
la sonrisa extraviada,
la mano al vacío tendida,
el pié vacilante,
los ojos sin lágrimas,
¿Dónde está?
Todo dentro,
nada fuera.
Sigue bajando la niebla.
Baja.
Baja.
Baja más y más.
Desaparece la figura.
Por el bosque va.
La niebla la abraza.
¿Dónde está?
Se pierde.
Se pierde.
Se pierde.
Ya no está.