martes, 6 de julio de 2010

EN LA CATEDRAL DE LEÓN

)
(LA LUZ DE LA CATEDRAL ES IRIDISCENTE)

Vidrio multicolor
donde la luz juega
en la penumbra quieta
de partículas doradas,
bailando en el aire
y en el susurro suave
de una oración antigua.


La mirada se encanta
dentro a la mágica caja,
que según la hora,
azul, rojo, verde,
sus matices cambia.


El tiempo queda inmóvil,
reloj de horas oxidadas,
azul, verde, rojo,
siempre igual y diferente,
humanidad silenciosa,
eternidad parada.


Fotografía: Vidriera de la Catedral de León.

No hay comentarios:

Publicar un comentario