(VIOLETA)
Amiga querida,
cuando me diste tu ramillete
de los “aquí y ahora”
puse las flores en agua
junto a mi cama.
Y las flores invadieron,
una a una y todas a la vez
el mundo de mis sueños,
ese mundo raro y movedizo
lleno de escaleras caracol
habitaciones vacías
salones dorados
lóbregas buhardillas,
donde mezclados se petrifican
jardines y mares
arboles y lagos
vergeles y desiertos
nubes y truenos
cartas y fotos
cuadernos y libros
zapatos y sombreros.
Si, querida amiga,
las flores húmedas o secas
una por una y todas a la vez
son como llaves
que en mi sueño
abrían puertas
donde a veces era noche
y a veces día,
luces y sombras
verdades y mentiras
que la pesadilla transforma
en fantasmas de la memoria.
Y así me doy cuenta,
ora entrando en una estancia
con paredes de roca,
ora en otra de rojos cortinajes,
de atravesar estrechos corredores
y llegar a bosques sombríos
donde las pequeñas luciérnagas
son mis “aquí y ahora”
que se han ido sucediendo
entre playas inexistentes
en la pared pintadas
o esos bosques pavorosos
o desiertos vacíos
donde aúllan los chacales.
!Oh duda permanente!
Buhardilla polvorienta
entre cartas y fotos,
huellas de amores antiguos
de besos perdidos
de decisiones no tomadas.
Pero donde también
brillan las imágenes
del niño que lleva estrellas
en el bolsillo
o la niña que habla con mariposas
y la sostiene en su dedo.
O ese sótano negro
donde languidece todo aquello
que fue negado con obstinación,
!Oh cementerio donde no hubo perdón!
ni piedad ni misericordia
donde se pudre de mi lo peor,
los “aquí y ahora” muertos
y que no fueron
porque mis ojos ciegos
no los quisieron ver.
Y luego subir y subir
para tocar el techo del mundo
los dedos apenas rozando
el firmamento lejano,
esa eternidad parada ahí
de los “aquí y ahora” inalcanzables
perdidos en el infinito.
Tu ramillete, querida amiga,
ya flores secas al alba,
me ha mostrado
esos momentos de exaltación
de vida vivida
o esos momentos no vividos,
de la vida negada.
Así como la flor al alba
es flor ya marchita,
cuando anochece ,
la vida que ha pasado
ya no volverá.
A mi amiga Gini Miguez Lima
que me brindó el ramillete.
RELOJES. SALVADOR DALÍ.
Lindo poema me has regalado Alicia, si bien hay dolor por el pasado que lo vislumbras en todos los objetos, en los amores que fueron, los que quedaron, las angustias, los momentos no vividos de la vida negada que quedaron en el olvido y no volverán Tal vez el traerlos de nuevo nos provoque una rara emoción, fueron amiga, es cierto no volverán pero al evocarlos de cierta forma los traemos de nuevo, nunca muere la esperanza del todo .Muchas gracias y perdona alguna lágrima .Besos
ResponderEliminarEn un mundo lleno de tantas cosas malas y desagradables, poder entrar en el mundo de la poesía junto a una amiga, es algo magnífico.Yo también leo tus poesías que me encantan y comparto contigo el deseo de una Cuba democrática y libre.Besos a ti también.
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