sábado, 17 de abril de 2010

ETERNIDAD PARADA



(La eternidad tiene color de aurora boreal)


Hoy no va a amanecer.
Lo he notado
porque el sol está triste,
niño enfurruñado,
como escondido
tras el horizonte.

Apenas
se ve su luz
precursora.
Nada más.
Nada.

En el cielo
el lucero del alba,
la luna silente
las estrellas.
Eternidad parada
aquí y ahora.

Extraña quietud
entre una noche inacabada
y un día sin comenzar.

Por eso
el pájaro no canta
ni se mueve la brisa.

Eternidad parada,
luz de un alba
de día que no inicia.

Solo siento
el perfume del humus,
las raíces enredadas
entre los cabellos,
leve y en alto
el susurro del follaje.

Lejano
el trino del pájaro,
parece que
finalmente
la eternidad parada
resplandezca.
Envuelve la nueva alba
raro tono rojiverde,
luz renovada,
y así sucede
que yo la descubra.

Es otro cielo
otro lucero
otra alba
otra tierra
otro árbol.
No.
Es mi árbol
por debajo.
Son sus raíces
que me envuelven.

La tierra
me abraza
La eternidad ahora
la huelo
la oigo
la toco.
Está en mi.
La tengo dentro.

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