(EL FUEGO Y LA LIBERTAD SON ROJOS)
Es grande y roja,
caliente y hermosa,
esa hoguera
que entre los dos
hemos encendido.
El fuego palpita,
se mueve
crepita y grita
nuestra alegría.
Me da todo igual
y aunque
dentro de ti vea
el cansancio
de viejos caminos
recorridos en silencio,
y dentro de mi
el grito
no efectuado,
oculto y reprimido,
de una libertad
sin expresión,
ahora todo eso
será fuego,
será humo´
será lo que queramos
que sea tu y yo.
Hoy todo eso lo vamos
a quemar.
Ya basta
de tu mundo,
ya basta
del mío,
ya basta
de extrañas primaveras
sin sol,
de llanto
sin lágrimas
y de heridas
sin dolor.
Ha llegado la hora de gritar,
de afirmar
que es bello
llorar,
gritar,
abrir la herida
y dejarla sangrar,
sentirse vivos,
saltar entre las llamas,
cantar a la primavera,
tirar piedras a la luna,
aferrar las estrellas,
amarse en la hierba,
girar en torno al mundo
cantando y saltando
riendo o llorando
en la fiesta de la libertad.
Romper uno a uno
mitos viejos,
tabús oxidados,
trapos usados,
de nuestro desván cerebral.
Fuera el frac del abuelo,
y también su chistera,
y la sombrilla de la abuela
y su encintado corsé.
Romper una a una
cada cadena
que nos ahoga y nos mata,
y hacer una hoguera
en el centro del mundo,
y en la inmensa fogata
todo eso ver quemar.
Es grande y roja,
caliente y hermosa
es nuestra nueva libertad.
Y en torno al fuego,
sentirse vivos,
dejar sangrar las heridas,
reir
y llorar,
tirar piedras a la luna,
saludar a la primavera,
amarse en la hierba,
y decir basta ya.
Es grande y roja
caliente y hermosa
ilumina nuestra noche,
y una vez consumida,
un nuevo día nos llegará.
Hoy todo eso lo vamos
a quemar.
Ya basta
de tu mundo,
ya basta
del mío,
ya basta
de extrañas primaveras
sin sol,
de llanto
sin lágrimas
y de heridas
sin dolor.
Ha llegado la hora de gritar,
de afirmar
que es bello
llorar,
gritar,
abrir la herida
y dejarla sangrar,
sentirse vivos,
saltar entre las llamas,
cantar a la primavera,
tirar piedras a la luna,
aferrar las estrellas,
amarse en la hierba,
girar en torno al mundo
cantando y saltando
riendo o llorando
en la fiesta de la libertad.
Romper uno a uno
mitos viejos,
tabús oxidados,
trapos usados,
de nuestro desván cerebral.
Fuera el frac del abuelo,
y también su chistera,
y la sombrilla de la abuela
y su encintado corsé.
Romper una a una
cada cadena
que nos ahoga y nos mata,
y hacer una hoguera
en el centro del mundo,
y en la inmensa fogata
todo eso ver quemar.
Es grande y roja,
caliente y hermosa
es nuestra nueva libertad.
Y en torno al fuego,
sentirse vivos,
dejar sangrar las heridas,
reir
y llorar,
tirar piedras a la luna,
saludar a la primavera,
amarse en la hierba,
y decir basta ya.
Es grande y roja
caliente y hermosa
ilumina nuestra noche,
y una vez consumida,
un nuevo día nos llegará.
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