(EL COLOR DEL AMOR ES ARCO IRIS)
No sé porqué,
querido amigo,
pero cuando te veo
quisiera abrazarte.
Pero no
con un común abrazo,
quisiera abrazarte
fuerte, fuerte, fortísimo.
Sentir tu calor,
darte mi calor,
sentir tu corazón,
que sientas mi corazón,
sentir tu vida,
que sientas mi vida.
Porque a fuerza de vivir
en medio al hielo,
soy yo misma hielo,
se ha perdido en mi memoria
el calor de un abrazo.
Por eso cuando te veo,
querido amigo,
quisiera abrazarte
fuerte, fuerte, fortísimo.
Sin decirte nada
sentir tu calor,
darte mi calor,
sentir tu vida,
darte mi vida,
sentir correr tu sangre,
hacerte sentir mi sangre.
Hacerte reír,
que tu me hagas reír,
y reír y reír.
Así, sin más.
Y luego abrazar
a aquél señor del perro
con gafas,
fuerte, fuerte, fortísimo.
Y después a aquella mujer
que baja del autobús,
fuerte, fuerte, fortísimo.
Y más tarde a aquél senegalés
que baila en la acera,
fuerte, fuerte, fortísimo.
Qué pena,
hace años que no siento
el calor humano
de un abrazo.
Por eso,
cuando te veo,
querido amigo,
quiero abrazarte,
y en ese abrazo
que quepa el mundo,
el sol , la luna y las estrellas.
Fuerte, fuerte, fortísimo.