miércoles, 5 de agosto de 2009

EL VIEJO TRANVÍA




(LA DESESPERANZA ES GRIS ANTRACITA)

Era un tranvía antiguo
con asientos de madera,
iban pocos pasajeros,
pocos y tristes,
billete en la mano,
cara cariacontecida,
la mirada perdida
en el sucio cristal.
Era un tranvía antiguo
con asientos de madera,
atravesaba una ciudad gris,
y en una parada
descendía llorosa
una pasajera.
Cerca de mi
una joven pareja pálida,
llegados a las puertas
de un parque verde
otra parada,
cogidos de la mano
y con lágrimas en los ojos
se bajaban.
Era un tranvía antiguo
con asientos de madera,
cosa rara atravesaba
un puente interminable.
Sobre un río
de aguas tumultosas,
al final del puente
en una parada solitaria
bajaba riendo sola
una vieja señora.
Era un tranvía antiguo
con los asientos de madera,
subía y subía
por la ladera de una montaña.
Quedábamos solos el conductor
y yo sentada
en la última fila.
Se paraba de nuevo el tranvía
en un acera sombría
de una rara ciudad.
Como yo no descendía
volviéndose con su cara pálida
me miró.
Baja,te toca a ti,
ésta es tu parada.
No me apetece bajar.
Debes de bajar.
Es la última parada.

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