martes, 20 de octubre de 2009

PESADILLA CLAUSTROFÓBICA



(LAS PESADILLAS SON AZUL RELÁMPAGO)


La estancia es hermética,
silente,oscura,mefítica,
hiede a moho, a viejo,a cosa muerta,
me desplazo en la negrura tropezando.
Toco cosas apiladas,polvorientas,
diríase al tacto libros,álbumes,
periódicos y revistas.
Polvo,calor,ahogo,claustrofobia.
La angustia en la garganta,
los dedos corren por las paredes lisas
como arañas desorientadas
y de repente una puerta
un picaporte girado con ansia.


Detrás,otro habitáculo cerrado
inmerso en la semipenumbra,
a lo largo de los muros , altos armarios,
en uno abro un chirriante cajón,
entre infinidad de juguetes rotos
encuentro mi muñeca preferida,
tuerta,sucia, despeinada y desnuda
igual que mi mórbido osito azul
áspero,grisáceo,despeluchado.
Mientras las lágrimas me inundan
grito y grito pero no se oye alguna voz.
Lloro en seco y no emito ningún sonido.


Corro hacia una puerta diminuta,
como de casa de muñecas,
que atravieso a duras penas
tumbada en el suelo y usando los codos.
Detrás aparece un enorme salón
tan largo que no se le ve el final
repleto de muebles lacados
y altos espejos venecianos
que reproducen mi imagen de niña,
pequeña y aterrorizada,
una y otra vez en secuencia infinita.


Intento correr las ajadas cortinas
de los intuidos ventanales,
al abrirlas me topo con un muro
y huyo pisando mis juguetes de infancia,
trozos de espejo roto,zapatos viejos,
fotografías,cromos,cuentos de hadas,
el sombrero del colegio y el pizarrín.
Y ni una brizna de aire.
Ni un ruido humano.
Solo el crujido del parquet.


Una escalera que baja toda blanca,
una luz diurna que me deslumbra,
una esperanza sutil de respirar.
Escalones y más escalones,
el ruido ensordecedor del corazón,
que escapa hacia la libertad,
y al final una playa solitaria.
Un mar azul resplandeciente,
velas blancas y aves marinas.

No me despeina el viento.
No huele a yodo.
No se mueven las olas.
No graznan las gaviotas.
Grito sin ruido.
Lloro sin lágrimas.
Es una pared pintada.

3 comentarios:

  1. Muy impactante, de final inesperado.

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  2. Parece un retroceso a la infancia.
    Podría ser un callejón sin salida o, por lo contrario, una promesa de libertad
    ya que al ir por la escalera resplandeciente
    crees haber encontrado la libertad, pero te das cuenta que lo que has encontrado es sólo un bosquejo de ella.

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  3. Un viaje al pasado, donde el regreso se inunda de recuerdos esparcidos en la memoria que salen como en un cuento de brujas y hechiceros porque no pueden regresar sin el castigo a tanta osadia, no hay escape, el mar solo una ilusion, alguien lo puso ahi, debes destruir el hechizo de la vida para el regreso,las puertas estan cerradas, atras quedaron las munecas decapitadas,los peluches desgrenados, ni la arana desorientada te puede mostrar el camino... no hay regreso solo partir...

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