AMIGAS PARA SIEMPRE EN VIOLETA

LA MELANCOLÍA COLOR VIOLETA

Si en el bosque helado,
entre la niebla vas,
y caminando,
de repente
sientes su presencia,
su cercano respirar,
y te susurra
cual inusual brisa
de primavera
en un mes invernal,
palabras al oído,
y te acaricia,
sublime escalofrío,
con su mano gélida,
sin que puedas verla,
es que ella está ahí.
Si, es ella,
la que va cantando,
la de la sonrisa leve,
la del gesto tierno,
la de la palabra suave,
la de la mano liviana,
la de la veste blanca,
la de alas de mariposa.
Es ella la que camina,
camina junto a ti,
desde que eras niña,
adolescente,
mujer adulta,
desde siempre
una eternidad
paralela a ti,
es la presentida,
la nunca vista,
la por unos amada,
la por otros temida.
Si, es ella,
esa a la que oías cantar,
esa la que te hablaba,
esa con la que soñabas,
¿Es ella,
tu amiga,
tu hermana,
tu gemela,
tu media vida?
Si . Es ella.
Entonces
toma su mano,
mírala a los ojos,
abrázala fuerte.
Caminad expeditas,
cogidas de la mano,
por fin juntas,
ya no sois dos
sino una.
Convergencia paralela
vivida una vida
como dos líneas juntas,
como dos líneas separadas,
compañeras desde siempre
pero ahora,
un solo fugaz segundo,
amigas.
Atravesad el bosque,
corriendo,
penetrad la niebla.
Al otro lado
verás su cara
por un instante.
Luego sombras,
y una luz
en lontananza.
Tu ya no estarás.
Ella tampoco.
Para siempre
seréis
las dos niebla,
las dos ceniza,
las dos humo,
las dos nada,
muerte querida,
muerte amiga.