(EL ODIO ES NEGRO PROFUNDO)
A HÉCTOR
MUERTO POR AQUILES
Cuando estalla el odio,
llega el caos.
Cuando llega el caos,
todo se vuelve bermellón.
Se nubla la vista.
Todo torna
un nuevo color
granate sangre.
Cuando el horizonte
se tiñe de rojo,
llegan las serpientes,
las serpientes
con sus ojos de fuego.
Y mil caballos
de metal
galopando,
con fragor infernal,
que ensordece.
Hay algas podridas,
sangre coagulada
que hiede.
Y el lodo que resbala.
y el fragor de la violencia,
y el ruido de la batalla.
Son aullidos en silencio,
en el cerebro que estalla.
Fango.
Lodo.
Sangre.
Hedor.
Ruido.
Silbidos
de serpiente.
Aullidos
de lobo.
Mil serpientes
enredadas
en su nido.
Gritos.
Vacío.
Infierno.
Caballos del infierno,
serpientes del desierto,
todo dentro de la cabeza.
Estalla el caos.
Llega el caos.
Ahí está.
No lo domino.
Me domina.
Es el odio.
Escapa la verdad.
Reina la mentira.
Caballos enloquecidos
de metal
me pisotean.
Serpientes de fuego
me ahogan.
Fragor de metales.
La Razón huye.
Todo termina.
Caballos,
serpientes,
odio,
me matan,
mato,
nos matamos.
Así morimos
en Troya.
Interpretación personal del odio
de Aquiles hacia Héctor al que matará
bajo las murallas de Troya y ya cadáver
arrastrará atado a su carro varias veces en torno a la ciudad.
ILIADA
(CONTEMPLANDO EL MEDITERRÁNEO)
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